¿Qué es un polipasto?

La definición de polipasto es la de un mecanismo que combina dos o más poleas fijas y móviles cuyas gargantas son recorridas por un solo cabo, cable o cadena con uno de sus extremos anclado a un punto fijo.

Los términos aparejo y polipasto suelen confundirse por lo que, en la práctica, se diferencian definiendo a este último como un aparejo accionado mecánicamente por un motor eléctrico.

¿Quieres saber más? Pues hoy en Bezabala te lo contamos todo.

Cómo funciona un polipasto y para qué sirve

El polipasto sirve para la elevación o desplazamiento de cargas pesadas que no pueden ser manipuladas por una persona. Para ello, los polipastos cuentan con una gran ventaja mecánica, ya que multiplican el efecto de la potencia aplicada por medio de un sistema de poleas y cables destinado a hacer variar las fuerzas y las velocidades.

De esta manera, necesitaremos aplicar una fuerza mucho menor que la carga a desplazar y, por supuesto, menor a la que necesitaríamos si levantáramos la carga a pulso.

La ganancia mecánica del sistema es la relación entre entre el peso que queremos levantar y la fuerza que será necesario aplicar y depende del número de poleas móviles y cómo se combinan con las fijas.

Tipos de polipasto

Distinguimos tres tipos de polipasto según su accionamiento: eléctricos, manuales o neumáticos. Además, atendiendo al tipo de material de los ramales, un polipasto puede ser de cable, de cuerda o de cadena.

Partes de polipasto de cadena manual

Cuando las cargas son desplazadas, los polipastos pueden operar montados sobre carros portapoleas manuales o eléctricos, en combinación con carriles formados por perfiles metálicos laminados o armados.

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Prácticas generales en el uso de un polipasto (II)

Tal y como os explicamos la semana pasada, cuando se opera un polipasto, existen ciertas prácticas que deben seguirse. Por ello, hoy desde Bezabala os lo vamos a contar todo.

Prácticas del supervisor

La responsabilidad del supervisor es garantizar que las personas involucradas en las operaciones con el polipasto entiendan la forma correcta de izar. Esto asegura que se determine de forma apropiada el peso de la carga y las condiciones seguras del sitio.

El supervisor debe garantizar que el polipasto esté debidamente preparado, ubicado y operativo. También debe asignar un señalador cuando sea necesario. 

Asimismo, el supervisor es responsable de garantizar que todas las operaciones de izaje sean eficientes y seguras. Si se identifica cualquier peligro potencial, el supervisor debe detener la operación. Si ocurre un accidente, el supervisor es la persona a la cual recurrir.

Prácticas del señalador y del operador

El señalador dirige el izaje, garantiza que la carga esté equilibrada y asegurada antes de ser elevada más de algunos centímetros. También verifica el camino de la carga buscando posibles obstrucciones.

El operador también tiene un papel importante. Por ejemplo, antes de empezar el izaje, se asegura de que no haya torceduras en la cadena o en los cables y que las líneas múltiples no estén enrolladas. Si no se produce un estiramiento total en la cadena o en el cable, el operador del polipasto debe ajustar la línea en la rueda de engranaje, en la polea y así sucesivamente hasta que la parte suelta haya desaparecido.

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Prácticas generales en el uso de un polipasto (I)

Cuando se opera un polipasto, existen ciertas prácticas que deben seguirse. Por ello, hoy desde Bezabala os lo vamos a contar todo.

Cuando se utiliza esta herramienta, hay un operador y, en algunos casos, un supervisor asignado o un señalador. Todas las personas involucradas deben entender los procedimientos para el control y la ejecución de las maniobras con el polipasto. El operador debe estar familiarizado con las características del equipo, así como comprender y seguir todas las reglas de seguridad.

La seguridad es lo primero

Un polipasto, una grúa o un montacarga nunca deben elevar una carga superior a la capacidad para la cual están diseñados. La única excepción es para propósitos de evaluación. Si un polipasto se utiliza para elevaciones estándar que requieran más de una persona, debe haber un señalador. Esta persona debe estar en el sitio de izaje durante toda la operación. Si solo una persona opera el polipasto, ella asume toda la responsabilidad.

La designación puede realizarse de diversas formas, que incluyen instrucciones verbales detalladas, instrucciones escritas y responsabilidades que están claramente definidas en la estructura organizacional del equipo.

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Seis reglas que debes seguir al usar grilletes

Los grilletes se utilizan cada día en una variedad de aplicaciones de aparejamiento y aseguramiento. Por ello, antes de emplear un grillete, existen algunas reglas importantes que debes recordar. 

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Regla 1:

Al amar una eslinga, junta diversos ramales en la base del grillete, no en el pin. Juntar los ramales en el pin puede dañar y debilitar la eslinga.

Regla 2:

No cargues de lado los grilletes con forma de “D”, ya que están diseñados y clasificados para tensión aplicada en línea. En consecuencia, la línea central de la carga debe coincidir con la línea central del grillete. Por el contrario, los grilletes tipo lira (estilo pin y tuerca o estilo perno, tuerca y pasador) pueden ser cargados de lado. Siempre consulta las recomendaciones en las tablas de clasificación al realizar este tipo de maniobra.

Regla 3:

Al utilizar un grillete con un cable de acero, el grillete debe ser igual o más largo que el diámetro que el cable de acero.

Regla 4:

Si utilizas un grillete con eslingas sintéticas, asegúrate de que el grillete sea lo suficientemente grande para evitar pinchar o doblar la eslinga.

Regla 5:

Los grilletes no deben ser sometidos a temperaturas muy altas o bajas que puedan afectar su tratamiento térmico y su resistencia. El rango de operación es de -20° C a 204° C para el límite de carga máxima.

Regla 6:

Siempre asegúrese de que el pin del grillete esté bien colocado. Los grilletes con pin y tornillo necesitan tener una rosca que entre por completo en la abertura. El pin debe estar alineado con la parte exterior del cuerpo del grillete o sobresalir ligeramente. 

La cabeza del pin debe hacer contacto con el cuerpo del grillete. Por otro lado, los grilletes con perno, tuerca y pasador deben tener el perno y la cuerda asegurados de forma apropiada con el pasador ajustado.

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Las mejores pinzas para grúas: sus cargas y piezas

Las pinzas son un elemento indispensable en las grúas, ya que sin ellas no podrían mover los materiales u objetos. Tanto para grandes obras como para las más pequeñas es recomendable contar con una grúa con pinza ya que aunque el objeto sea pequeño puede resultar muy pesado. Por ello, hoy desde Bezabala, os vamos a mostrar las mejores pinzas para grúas de elevación:

Las mejores pinzas para grúas: ¿Cuál debemos elegir?

Como no todas las cargas se agarran de la misma forma cada pinza para grúas tiene sus particularidades, por eso os las vamos a desgranar una por una:

  • Chapas. Las pinzas para chapas tienen unas formas muy concretas para poder agarrar de forma correcta estos materiales. También cuentan con refuerzos tales como almohadillas protectoras para no dañar las chapas o placas de materiales delicados.
  • Elevación. Estas pinzas para grúas cuentan con unas características especiales. Tienen instalado un limitador de precios ajustable a las necesidades del material. Una válvula doble que es la que mantiene fija la presión y unos ganchos agarradores desprendibles. 
  • Barriles. Las pinzas para elevar barriles cuentan con un tambor que es capaz de levantar barriles que pesan unos 300 kg. Su diseño está especialmente pensado para transportar barriles de acero. Cuenta con un mecanismo que se abre y cierra automáticamente después de cada carga y descarga. Además, las pinzas que agarran y elevan los barriles pueden contar con dos o cuatro brazos. La elección entre unos y otros formatos depende de la mercancía que se vaya a transportar.
  • Perfiles. Dentro de las mejores pinzas para grúas, la abrazadera para transportar perfiles tiene un diseño totalmente diferente a las anteriores pinzas para grúas. En este caso es cuadrada y cuenta con unas almohadillas antideslizamiento. 

Estas son las mejores pinzas para grúas con las que te vas a encontrar para transportar cualquier tipo de mercancía. ¿Conoces más tipos?

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Cómo mantener los ganchos y cables de acero (I)

El mantenimiento de los equipos de izaje no solo prolonga la vida de la maquinaria, sino que también es el primer paso para mantener seguros a los trabajadores en el lugar de trabajo. Asimismo, la detención inesperada de las labores debido a partes inferiores o componentes relacionados que no funcionan según las especificaciones incrementarán el coste del ciclo de vida de los equipos.

Por eso, a continuación, desde Bezabala te detallamos los pasos para mantener los ganchos industriales y cables de acero en perfecto estado.

Cómo mantener los ganchos

Antes de usarse, los ganchos industriales deben ser inspeccionados por un personal experimentado. Se debe retirar un gancho del servicio si se descubre los siguientes problemas:

  • Rajaduras, cortes o hendiduras
  • Torceduras que exceden los 10 grados de ganchos derechos
  • Pestillo dañado o con mal funcionamiento
  • Apertura de la garganta mayor a 15 grados
  • Desgaste superior al 10 % con respecto a la dimensión original
  • Daños por calor
  • Reparaciones no autorizadas

Las rajaduras, los cortes o las hendiduras deben ser eliminadas por una persona calificada. Se debe forjar de forma longitudinal siguiendo el contorno del gancho. 

Además, no se recomienda reparar, alterar o remodelar un gancho por soldadura, calentamiento o doblamiento a menos que sea aprobado por el fabricante.

Al elevar, asegure el gancho, no el pestillo, y apoye la carga. La eslinga siempre debe estar ubicada de forma apropiada en la base del gancho. Nunca cargue de lado, ni por la espalda o punta del gancho. Todo esto reduce su resistencia y crea inseguridad. Cargar con la punta puede reducir la capacidad del gancho hasta en 60%.

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Cómo funciona un dispositivo de carga

Los dispositivos de carga son parte fundamental del equipo empleado para todas las operaciones de elevación.

Dichas sujeciones ensamblan el objeto a la máquina de ascensión y están disponibles en una amplia gama de configuraciones que admiten muchas aplicaciones.

Las conformaciones contienen una o varias fracciones (como tramado curvo, trenzas planas, eslingas trenzadas y plegadas por cable), aberturas, eslingas con patas simples, bridas de patas múltiples junto con grandes cantidades de complementos.

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¿Por qué cables?

Las eslingas de cable son ampliamente preferidas para las operaciones de levantamiento de cargas pesadas, que son una parte integral de las actividades en los sitios de construcción.

Comprende un factor medular del instrumental en la industria manufacturera y requiere una gran cantidad de cambios y también de elevación de carga pesada.

Estas cargas pueden variar en forma y tamaño dependiendo de la actividad de fabricación para la que se utilizan. Este sector manufacturero se encuentra profundamente vinculado con la ingeniería y los esquemas de producción, pero también incluye una amplia gama de actividades como pueden ser la manufactura, el envasado, la comercialización de los efectos culminados, y algunas otras.

Una selección de las eslingas de aleación de metal correcta depende de la aplicación de la eslinga en cualquiera de estas actividades.

El diseño

Casi todas las categorías de eslingas de filamentos metálicos comúnmente portan el apelativo del filamento metálico y la cantidad de cables que forman un hilo así como también las fibras que recubren la superficie del centro.

Están disponibles diferentes tipos de eslingas utilizadas durante la confección de artículos.

Las eslingas de cable son una pieza trascendental del aparejo de ensamblaje, y por lo tanto, se deben levantar cuidadosamente. El manejo incorrecto de las eslingas logra inestabilidas en la carga generando un accidente de gran peligro.

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El trincaje en el sector del transporte (II)

Tal y como vimos la semana pasada, el trincaje se conoce como la acción necesaria de sujetar, inmovilizando firmemente mediante los materiales o elementos requeridos, contenedores, cajas, palets, maquinaria y, en general, todo tipo de mercancías que sean transportadas con medios marítimos, terrestres o aéreos.

Pero, ¿cuál es la finalidad del trincaje? Pues toma nota porque hoy en Bezabala te lo contamos todo.

Tipos de trincaje

Según explican algunos expertos los principales tipos son:

  • Aquellos que ofrecen soluciones a medida y cubren las necesidades de transporte globales, tanto si se trata de cargas dinámicas –por ejemplo del ámbito náutico-, productos químicos peligrosos o artefactos frágiles.
  • Trincajes que se basan en flejes flexibles no metálicos. Existen con una amplia gama de anchuras y resistencias.
  • Sistemas de trincaje textiles que usan cintas tejidas de poliéster.

Seguro del transporte

Además de la importancia que este proceso tiene para que las mercancías lleguen correctamente a destino, hay que saber que el seguro del transporte -y las normativas vigentes a nivel aéreo, terrestre y marítimo- reflejan, entre otros motivos, que se puede rechazar un siniestro o no admitir mercancías en tránsito por falta de trincaje o insuficiencia del mismo.

Por otro lado, es el cargador quién tiene la responsabilidad de estibar y sujetar adecuadamente la carga, salvo que dichas operaciones hayan sido expresamente contratadas al operador logístico. 

También el cargador debe preparar las mercancías en envases y embalajes adecuados para el modo de transporte y el medio de transporte que se vayan a utilizar. Precisamente, este punto, el embalaje, es otro de los aspectos clave para que una mercancía llegue intacta a su destino.

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Pulley of a mobile lifting crane

Evolución de las grúas en los últimos siglos

¿Alguna vez te has preguntado cómo ha sido la evolución de este invento en los últimos siglos? Pues hoy en Bezabala te lo contamos todo.

En el siglo XV el alemán Konrad Kyeser planeó una grúa impulsada por las aspas de un molino de viento, pero no llegó a funcionar. En 1550 el metalúrgico y alquimista Georgius Agrícola empleaba energía hidráulica de un molino de agua para hacer funcionar grúas fijas pequeñas.

Pero eran ideas que en la práctica resultaban ineficaces, como también la ocurrencia de Leonardo da Vinci en 1480: una grúa móvil provista de aguilón y contrapesas, con la particularidad moderna de que giraba sobre sí misma en un ángulo de ciento ochenta grados.

La grúa no se modernizó hasta la invención de la máquina de vapor. Ninguno de estos venerables artefactos tiene mucho que ver con la grúa actual, algunas de las cuales levantaban en 1988 hasta tres mil toneladas, lo que resulta poca cosa si se compara con la capacidad de la gran grúa americana de la compañía Brown & Root: seis mil quinientas toneladas.

Etimología de la palabra grúa

El término, en su acepción de máquina para levantar pesos es de uso no muy anterior al siglo XVI. Al castellano arribó procedente del catalán, donde estaba en uso a finales de la Edad Media.

La etimología última tiene que ver con la figura de la “grulla”, al levantar esta ave su pico. Empezó a denominarse así en los puertos orientales al ingenio o artefacto del que se ayudaban los barcos para sacar la mercancía.

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Cómo eran las antiguas grúas

¿Quieres saber más sobre la historia de las grúas? Pues hoy en Bezabala te contamos más sobre cómo ha sido la evolución de este invento:

Evolución del invento

En el siglo I, la grúa más simple era la pértiga, uno de cuyos extremos se fijaba al suelo. El aparejo de la polea o polipasto por el que pasaba la maroma se fijaba a la parte más alta y era accionada mediante un torno cuando se trataba de pesos medianos.

Para los pesos mayores el torno era remplazado por una rueda de pedales: el peso de dos o más hombres hacía girar el dispositivo, ayudados si era preciso por otros que tiraban de una cuerda desde fuera.

Entre las ilustraciones de un manuscrito miniado del año 1250, donde figura la construcción de la Torre de Babel, aparece una grúa de rueda. Además, también aparecía la cabria simple con la que los peones suben material de obra.

En los castillos, con fines militares, la grúa llamada corvus por su pico, era utilizada para subir o bajar mediante contrapesos fardos, bultos, o incluso personas, prendidos de un garfio.

Con este artilugio también se “pescaba” a los enemigos que tenían la osadía de acercarse a la base de la muralla: en el año 1139 el príncipe Enrique de Escocia fue capturado de esta pintoresca manera.

También quienes sitiaban las ciudades contaban con estas máquinas aparatosas con las que asaltaban torres y murallas de mediana altura.

Los ingenieros medievales reemplazaron elementos del mecanismo antiguo, como la disposición de la cabria, por un poste vertical de madera sobre un soporte que actuaba de armazón. 

No solo se emplearon en el mundo de la construcción levantando fardos, bultos o incluso personas, sino que las grúas tuvieron uso portuario en la Antigüedad, dando a los puertos su silueta característica desde finales del siglo XIV.

La fuerza humana era el motor que movía todo aquel andamiaje, aunque multiplicada por el torno o la rueda como hemos visto.

Muchas de estas resistentes grúas eran abandonadas en los edificios construidos por si acaso fuera necesario emplearlas en trabajos de restauración, como la grúa instalada en la catedral de la ciudad alemana de Colonia a finales del XV, que estuvo operativa hasta el siglo XIX.

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