Estamos acostumbrados a tener las herramientas y los materiales que necesitamos en nuestra industria al alcance de la mano. Pero pocas veces sabemos cuál fue la evolución que permitió que hoy contemos con cada pequeño elemento que contribuye a que todo funcione como corresponde. ¿Alguna vez te preguntaste cuál es la historia de las tuercas y los tornillos?

Pues hoy en Bezabala te lo contamos todo.

Historia de los tornillos y las tuercas

La historia de la tornillería es muy antigua. Arquímedes (287 a.C – 212 a. C.) desarrolló el principio del tornillo y lo usó para construir dispositivos para elevar el agua. Sin embargo, hay también indicios de que este tipo de tornillo puede tener su origen en Egipto, mucho tiempo antes. Fue construido a partir de madera y se utilizaba para el riego de la tierra y para eliminar el agua de los barcos.

A su vez, existe otra versión que dice que la rosca del tornillo fue inventada alrededor del 400 a. C. por el filósofo griego Arquitas de Tarento, que a menudo ha sido considerado el fundador de la mecánica.

Johannes Gutenberg, por su parte, utilizaba tornillos en las fijaciones de sus máquinas de impresión. En el Renacimiento, la tendencia a utilizar tornillos ganó impulso y su uso se extendió a artículos tales como relojes y armaduras.

En ese entonces, como no había oportunidades para la fabricación mecánica, las herramientas debían hacerse por separado para cada caso en particular. La construcción de la rosca de tornillo dependía del ojo y de la habilidad del artesano.

Posteriormente, la Revolución Industrial aceleró el desarrollo de la tuerca y del tornillo, y los puso firmemente en el mapa como un componente importante en el mundo de la ingeniería y de la construcción. 

Con el inicio de la industrialización en el siglo XIX, comenzó la producción en masa de tornillos. Desde esa época, la forma de los tornillos y de las tuercas fue haciéndose más precisa a medida que su reproducción se multiplicaba.

En 1841, el ingeniero británico Joseph Whitworth definió la rosca que lleva su nombre. En 1864, William Sellers hizo lo mismo en Estados Unidos. Finalmente, en 1946 la Organización Internacional de Normalización (ISO) definió el sistema de rosca métrica, adoptado actualmente en prácticamente todos los países.