Este tipo de eslingas están fabricadas con fibras químicas y son susceptibles de degradarse si están expuestas a la radiación ultravioleta. Las eslingas redondas no deberían exponerse o almacenarse con luz solar
directa o con fuentes de radiación ultravioleta.

Antes de cada uso, la eslinga debe ser inspeccionada para detectar defectos y asegurarse de que la identificación
y la especificación son correctas. Una eslinga que no esté identificada o sea defectuosa nunca debe utilizarse, sino
que debe llevarse a una persona competente para su examen.

Durante el periodo de uso, deberían efectuarse comprobaciones de defectos o deterioro, incluyendo el deterioro
oculto por ensuciamiento. Estas comprobaciones deberían extenderse a cualquier tipo de accesorios y accesorios
de elevación utilizados con la eslinga. Si existen dudas en cuanto a la aptitud del uso o cualquiera de las marcas
requeridas se han perdido o resultan ilegibles, la eslinga debe retirarse del servicio para examen por una persona
competente.

Las eslingas cuando no estén en uso, deben almacenarse en condiciones bien ventiladas, secas y limpias, a temperatura ambiente sobre un estante, separadas de cualquier tipo de fuente de calor, del contacto con productos
químicos, humos, superficies corrosivas, de la luz solar directa u otras fuentes de radiación ultravioleta.